miércoles, 9 de noviembre de 2016

Balones fuera

Hace unos días nos enteramos de que una niña de 12 años murió de un coma etílico. Noticia más que triste, no sólo por el hecho de que tuviera 12 años exclusivamente y que fuera muy joven para morir, sino también porque era demasiado joven para beber y más de esa manera.



Los jóvenes siempre han tenido ese componente transgresor y son los que muchas veces reactivan a la sociedad bien de forma activa, bien de forma pasiva como espero así sea en este caso.

Sin embargo lo que me dejó aún peor cuerpo fue leer la noticia de que los padres piensan querellarse contra el Ayuntamiento donde viven. Aquí dejo el enlace de la noticia:


Es posible que los padres, envueltos en dolor y mal aconsejados, hayan tomado esta iniciativa para resarcirse del daño sufrido, pero lo que me deja perplejo es que estén cediendo la responsabilidad de esos actos al Ayuntamiento cuando su hija tenía 12 años. Eran las once de la noche cuando cayó desmayada, y si bien entiendo que hay que ir cediendo libertad a l@s chic@s a medida que van cumpliendo años, me parece aún una edad muy temprana para que pueda salir con los amigos sola aunque sea en una época festiva, sobre todo en los tiempos en los que corremos en los que se raptan niñ@s. Evidentemente este comentario habría sido el mismo si el muerto fuera un chico en vez de una chica.

Entiendo que la familia fuera de clase humilde y por tanto muy trabajadora y que, por ello, no pudiera dedicarle todo el tiempo personal que una niña necesita a esa edad, pero estoy casi seguro de que hay medidas de control mejores que dejar que la niña se (mal) críe sola.

Lamento el dolor que esa familia está sufriendo, pero no creo que responsabilizar al Ayuntamiento por su muerte les vaya a exculpar de su propia falta de cuidado.

No quiero decir que el Ayuntamiento no podría haber actuado mejor, seguro que sí, pero los primeros responsables eran los padres.

Ser el primer responsable de un fracaso, aunque haya habido a posteriori una cadena de faltas o desastres que sean los que terminan llevándolo a cabo, no nos exime de esa responsabilidad. Si he abierto la puerta a una actuación que podía llevar al desastre y al final efectivamente lleva al desastre, el primer responsable soy yo, tanto si es a drede (tomo una decisión con carácter arriesgado), como si es por error.



Sin embargo, en nuestra vida personal o en el trabajo, vemos o hemos realizado esa acción denominada "balones fuera", de comenzar a culpabilizar a diestro y siniestro de un error de quien nadie se hace responsable.

Tengamos el carácter y la iniciativa de asumir nuestros errores y de levantar la mano cuando haya que hacerse, en vez de buscar culpables ajenos. Y digo tengamos por dos motivos:

- Por supuesto que yo cometo errores y quiero que no me tiemble el pulso cuando tenga que asumir la responsabilidad de estos.
- Porque los cambios tenemos que promoverlos desde la acción propia y no esperar a que sean los demás quienes se muevan primero, si no nunca o  muy tarde se producirán. 

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Pero si sólo son cuatro días

Tocan fiestas patronales. Charangas, peñas, fuegos artificiales, procesiones.....dicho así suena muy divertido, ¿no es cierto? La otra parte son borracheras, comas etílicos, peleas y trifulcas, mucho ruido, suciedad por doquier, calles cortadas y difícil circulación y aparcamiento...

¿Dónde está el límite entre pasarlo bien y desfasar, y lo que es lo mismo, hasta dónde se lo puede pasar bien uno sin molestar al vecino (nunca mejor dicho)?



El sentido común es el menos común de todos los sentidos, frase redicha para anticipar que, como cada uno pensamos de una manera no hay más remedio que legislar para evitar problemas de discernimiento.

Porque, no nos engañemos, lo que a uno le puede parecer muy divertido y soportable, a otro le puede parecer aborrecible e inaguantable. Sin ir más lejos las juergas de las peñas en locales cerca de viviendas. Habitualmente estas peñas suelen estar compuestas por adolescentes (no voy a entrar en si hay menores de edad bebiendo), que quieren divertirse al máximo, subiendo el volumen a todo lo que da el equipo de música hasta avanzada la madrugada. Según ellos, al estar en fiestas, tienen derecho a pasarse "un poco" de lo normal, sin embargo no tienen en cuenta que ese pasarse un poco afecta mucho a bebés, niños, mayores o gente que al día siguiente tiene que levantarse temprano y no pueden dormir.



Como es imposible llegar a un acuerdo cordial, no le queda otra al Ayuntamiento de la población que dictar una ordenanza que legisle el comportamiento que debe existir en esos períodos especiales o que esté determinado ya en otras ordenanzas existentes. En muchas ocasiones pagan justos por pecadores y cuando se prohibe,por ejemplo, alquilar locales a peñas, puede que alguna peña no fuera a incumplir los artículos de la ordenanza, pero no pueden alquilar locales donde hay asimismo viviendas.

Lamentablemente es algo común, tener que legislar algo porque no todo el mundo sabe realizar una actuación o uso apropiado. En la empresa es más que habitual dictar este tipo de normativas internas, ya que ciertos individuos son incapaces de establecer límites de sentido común, y por tanto pueden con su mal comportamiento, no sólo molestar al resto de compañeros, sino retraer el crecimiento de la empresa.

Algo tan sencillo como llegar a la hora, no estar en el office demasiado tiempo, no hacer un uso indebido del teléfono de empresa o de los ordenadores, ha tenido que limitarse en la empresa debido al mal uso que otras personas han realizado anteriormente y, sólo por no tener sentido común, han condenado a que nadie pueda realizar algo que tendría sentido de forma excepcional.

Al mismo tiempo, igual que en las Fiestas Patronales, hay excepciones y excepciones, valga la redundancia. Todos tenemos más paciencia en esa época porque, es lo que toca, pero eso no significa que cuando demos la mano nos tomen todo el brazo. En la empresa se pueden hacer excepciones en todos los términos, siempre y cuando la excepción no sea la regla y el riesgo sea medido.

Por ejemplo, una operación con un gran cliente que puede aportar muchas ventajas a la empresa puede conllevar una negociación especial que necesite de excepciones a las reglas definidas por la empresa: términos de pago, stock mínimo en almacén, días de servicios, gestión documental y un largo etcétera. Pero no podemos basar nuestras operaciones en continuas excepciones a reglas, ya que si no estaremos continuamente en las manos de nuestros clientes y de sus demandas, como si de niños malcriados se tratara. Los clientes también valoran el carácter de una empresa y demostrarlo en las ocasiones oportunas les hace también sentirse más seguros al entender que están acordando un servicio que la empresa quiere confirmar siguiendo sus normas.



Por lo tanto, caben las excepciones y en muchas ocasiones se puede sacar mucho provecho de ellas, pero siempre con un orden y no de forma indefinida.


jueves, 15 de septiembre de 2016

Dar cera, pulir cera

Todos recordamos esa frase del maestro Miyagi a "Karate Kid", cuando le explicaba cómo tenía que limpiar y abrillantar su viejo coche.



He vivido más de la mitad de mi vida practicando artes marciales y me he dado cuenta de una cosa, si dominas una puedes aprender otra con muchísima facilidad. Es como quien juega al fútbol sala, si se tiene que echar un partido a fútbol 11 lo tiene mucho más sencillo, cambian algunas cosas, sí, pero la base es la misma.

Desde hace unos 15 años se ha puesto de moda el MMA, Mixed Martial Arts. Todo viene del Vale Tudo, o vale todo, traducido del portugués. Allá por 1.925, la familia brasileña de origen escocés Gracie, abren un Dojo en el que comienzan a enseñar de forma popular un nuevo sistema basado en el Jiu Jitsu tradicional japonés, aunque con algunas modificaciones para actualizarlo, modernizarlo y hacerlo más efectivo. Más adelante, la familia Gracie demostró la eficacia de este sistema de defensa personal contra luchadores profesionales que proclamaban que podrían vencer al Jiu Jitsu de la familia Gracie, con rotundos fracasos por cierto. Finalmente en 1.993, se creó la UFC (Ultimate Fighting Championship), empresa que realizaba actos de lucha con reglas Vale Tudo o MMA, en la que peleaban grandes luchadores de varias modalidades. Los primeros eventos los ganaron sin problemas luchadores de la familia Gracie, ya que el resto de "gladiadores" se habían entrenado limitando su arte marcial a sólo manos, o sólo piernas o sólo suelo, mientras que el Gracie JiuJitsu es un conjunto de movimientos enfocados a intentar dominar el combate de pie  y en el suelo.




La hegemonía de la familia Gracie duró poco ya que su modalidad fue copiada y actualmente hay muchos gimnasios que enseñan MMA, y es  bastante normal que muchos grandes luchadores de otras modalidades terminen aprendiendo con facilidad puesto que las bolsas y el número de combates de MMA son mayores que en las artes marciales más conocidas.

Lo importante en las artes marciales es estar en buena forma física y mental (hay que tener paciencia y saber identificar cómo pelear y ello requiere estrategia y concentración), coordinación, elasticidad y voluntad. Si alguien tiene esto, puede hacer cualquier arte marcial. Incluso aunque sea cinturón negro de kárate, estoy seguro de que en breve podría ser de nuevo cinturón negro de hapkido o combatir en esgrima.

Bien, pues esto mismo creo que se podría adaptar a alguien con experiencia en un sector o con un ERP....¿qué es eso de que tiene que tener experiencia de más de X año en el sector o con un ERP? El período de adaptación, que claro que tiene que existir y no lo niego, dependerá de las aptitudes que tenga y que además influirán a posteriori en su desempeño común, es decir, si se adapta con rapidez es que era y será más que apto para ese u otro sector y puede aportar más valor que muchos otros que hayan estado en el mismo sector de forma estática.

Sé que el período de formación puede asustar a muchos mandos que piensan que por ahorrarse dos/seis meses de formación, están economizando, pero la verdad es que no es así. Hay que ver las aptitudes de una persona. Si un trabajador ha estado en varios sectores es posible que sea capaz de aportar ideas que, justo por estar en el mismo sector de forma continuada, no se le habrían ocurrido. Lo que hay que detectar es que esa persona es capaz, mediante sus otras aptitudes, de aportar algo que la empresa pueda necesitar.

Creo que no tengo nada que decir de los ERP's, es más que evidente que jugar con la XBOX y con la Play4 tiene pocas diferencias.....sé que jugar no es lo mismo que trabajar, pero para un profesional, con experiencia enorme en SAGE, cambiar a AS400, a SAP, a Navision o similar le es tan sencillo como cambiar de la consola de Microsoft a la de SONY.

¿O no es verdad?

martes, 5 de julio de 2016

El pasado que determina el futuro

Me gustan las novelas detectivescas y de intriga.

En mi biblioteca tengo muchos libros que me he leído y que en breve me leeré. En algunos de ellos describen al "malo" desde su infancia, que suele haber sido aterradora, con padres que les maltrataban violenta y/o sexualmente, o que incluso los abandonaban en sus casa sin ningún tipo de abrigo ni atención. Este tipo de semilla es la que les lleva a la autodestrucción emocional y a ese carácter psicopata y sociópata.

Recientemente he visto en internet el caso estudiado real de una estadounidense, Beth Thomas, quién sufrió a una temprana edad abusos violentos y sexuales por parte de su padre y al ser este detenido fue adoptada por una pareja sin hijos quien al darse cuenta del comportamiento violento de Beth la pusieron enseguida en tratamiento.



A día de hoy Beth lleva una vida normal, pero fue gracias a años y años de tratamiento continuo y siempre muy vigilada, es decir, un esfuerzo enorme. Si no hubiera seguido esa atención podría haber terminado siendo la protagonista de una escalofriante historia violenta en la prensa.

En varias empresas en las que he entrado con equipos ya formados me he encontrado a gente abierta o bien dispuesta a cambios, sin embargo había muchas personas que, debido a una gestión anterior horrible han formado una muy mala experiencia y se han creado una muy mala imagen de la dirección pasada y de cualquier dirección.

Remotivar a esas personas para que vuelvan a confiar en la dirección y que sean más eficientes cuesta mucho más que el triple de esfuerzo que derrumbarlas. Por eso hay personas que siguen al pie de la letra lo que pone el convenio colectivo, o incluso piensan como, siguiendo la legislación, pueden fastidiar a un director o una empresa, porque es más que probable que hayan sido o se hayan sentido muy mal dirigidos y muy explotados.



Es por todo lo anterior que tenemos que tener en cuenta cómo se siente nuestro equipo. Si algún individuo está teniendo la sensación de no ser tratado correctamente, tenemos que verificar si es sólo una sensación por falta de información o si efectivamente estamos siendo incompetentes con su gestión y corregirlo. Si sólo tiene sensación de no estar bien tratado debemos mostrarle la información que podamos para que vea que no es así.

Los adultos no tienen la facilidad de aprendizaje que puede tener un niño y dejamos huella muy rápido que, para corregirla requiere mucho más esfuerzo.

Seamos conscientes de todo esto, ya que nuestro éxito se debe al de nuestro equipo y nuestro futuro lo condiciona nuestro pasado.

viernes, 10 de junio de 2016

La denostada zona de confort

Ahora está muy de moda ser emprendedor, aventurero, lanzarse, invertir.....

Llevo más de 32 años haciendo artes marciales, y desde entonces he conocido a mucha gente en los gimnasios, personas que duraron mucho, que llegaron a ser luchadores profesionales y otras que no vinieron ni siquiera un mes. Todas ellas salieron de su zona de confort. La diferencia es que hubo gente que se mantuvo en su zona de confort más tiempo y otra que menos.....y no, no todos los que se marcharon del gimnasio fueron los que se quedaron en su zona de confort.



Saltaron todos de su zona cuando se apuntaron por primera vez, algunos afianzaron su zona de confort en el gimnasio hasta que se vieron capaces de dar otro salto y comenzaron a competir como amateurs.....y se mantuvieron en una nueva zona de confort, hasta que volvieron a saltar de su zona de confort y fueron luchadores profesionales, y se mantuvieron en una nueva zona de confort, etc...

O los que se apuntaron pero lo dejaron y luego se apuntaron a otra cosa, dejaron su zona de confort durante un tiempo para ver si aquello nuevo les gustaba o no y volvieron a saltar para dejarlo e irse a otra cosa.

La zona de confort, en "dosis moderadas" que además dependen de cada uno, son buenas. Afianzar el conocimiento y la confianza en uno mismo nos permitirá dar saltos a otras zonas con más estabilidad. No hay que confundir ser atrevido con ser un loco. La diferencia está en dar saltos controlados que no nos descalabren, ya que hacer locuras nos conducirá en algún momento a fallar dolorosamente (tanto va el cántaro a la fuente....).



No se trata de saltar sin cuerda para demostrar lo emprendedores que somos, sino de tener ciertos riesgos medidos. Es muy chulo si el salto sin medida sale bien, uno puede darse mucho autobombo y salir airoso con mucho titular, pero el riesgo que ha tomado ha sido tan alto que de haber salido mal (que suele tener una muy alta probabilidad), podría haber puesto en serio peligro su integridad personal, financiera o familiar, dependiendo de qué hablemos.

Por tanto, sí considero que hay que dejar la zona de confort para cambiar resultados y mejorar, pero ojo con maltratar la zona de confort.....sirve para reforzar nuestro conocimiento y confianza en nuestro siguiente salto.

jueves, 2 de junio de 2016

Las formas sí importan

Hace no mucho, hablando con un amigo, me comentó una anécdota que le ocurrió un día cualquiera:

Él estaba, con el coche, aproximándose a un cruce en el que no tenía prioridad y, casi en medio del cruce, se dio cuenta de que otro coche entraba teniendo este último prioridad. Mi amigo frenó en seco para evitar el choque, al igual que el otro coche, y levantó la mano en forma de petición de disculpas, sin embargo el conductor del otro vehículo comenzó a increparle y a insultar.



Mi amigo procuró estar calmado en todo momento y le decía que no iba a entrar en el juego de comenzar a insultarse, mientras el otro seguía "vomitando serpientes". Finalmente, el conductor agresivo se marchó sin parar de vociferar después de una salida al más puro estilo de la F1.

¿Qué habríais hecho si vosotr@s hubiérais estado en la misma situación que mi amigo? ¿Os habríais enfrentado a él, os habríais marchado antes sin entablar ni una palabra, habríais defendido vuestra postura?

Lo importante es que, aunque el otro conductor tenía razón en que mi amigo entró en el cruce de forma incorrecta, perdió las formas en el mensaje y por tanto el mensaje se esfumó en la situación. Con esto no digo que tenga que existir un buen rollo en todo momento, pero exagerar en la reacción de forma tan amplia desvía la atención en "el cómo" en vez de "el qué". Si discutimos con alguien sobre un tema y perdemos las formas en la discusión, lo que pasará es que esta comenzará a ser una pelea de ataque y defensa o de sacar trapos sucios los unos de los otros.



En el caso de que la otra persona sea la que comienza a perder los nervios, no lo hagas tu también. Recuerda sobre qué estábais hablando, no respondas inmediatamente y menos a los insultos, intenta reconducir el asunto de nuevo a donde fue dejado o corta la conversación invitando a la persona o personas a retomarla cuando se haya/n tranquilizado.

El cómo decimos las cosas sin que sea una discusión también puede permitir o no que la otra parte esté más receptiva al mensaje. No es lo mismo decir "te veo cambiado" que "has engordado". Se puede ser honesto pero tener delicadeza, si es necesario, al dar la información, porque además no todos tomamos la sinceridad de la misma manera, cada receptor es un mundo y sus sensibilidades completamente diferentes. Si quieres llegar mejor con el mensaje, conoce mejor al receptor para saber cómo llegar a él/ella mucho mejor.


miércoles, 25 de mayo de 2016

Quiero mejorar, pero ¿me permites hacerlo sin modificar mis hábitos?

Suena ridículo, ¿no es cierto?

Hace unos meses me apunté al gimnasio y, después de un tiempo de tonificarme con ejercicios sencillos le pedí al entrenador que me pusiera una tabla para mejorar ciertas áreas de mi forma física. Él elaboró ese plan y me explico: "Haces estos ejercicios con las pesas y cada semana aumentas 2,5Kgs a cada ejercicio", es decir, vas aumentando dificultad....Si no realizara ese plan, mi forma física se mantendría y por tanto no estaría acercándome a la meta que buscaba.



Parece absurdo y de perogrullo ¿verdad? Bien pues hay mucha gente que quiere mejorar sin "incrementar el peso", o "sin hacer la tabla" que ha diseñado el entrenador, sin hablar de dieta....en lenguaje empresarial, no realizan cambios en su gestión o no realizan las acciones aconsejadas por consultores ¿te suena?



Creo que fue Einstein quien dijo, no literalmente, si no cambias el método obtendrás el mismo resultado. Parece que hay gente que se encabezona en que el problema no es el método (que ellos eligen o imponen), sino las variables exógenas (que son ellas las que tienen la culpa y deberían cambiar). Seguro que conoces a alguien o a alguna empresa, y lo que es peor, a empresas que contratan a consultores para que les aconsejen en el cambio, a las que luego ningunean, eso sí, después de haber gastado tiempo y dinero (del resto del personal, porque se suele pensar que el problema viene de los demás, acuérdate).

Seamos serios y congruentes. Si pedimos ayuda debemos estar preparados para oir críticas, sino ¿qué queremos, una confirmación de que nosotros lo hacemos bien y son los demás que ponen palos en las ruedas? Para eso tenemos a los amigos, a los familiares o a nuestra abuela, que dira lo guapos que somos, lo bien que lo hacemos y lo orgullosa que está de nosotros.

Si vamos a invertir recursos de la empresa en analizar fallos, sepamos que debemos tener los "oídos y mente abiertos" para escuchar las críticas y para realizar un cambio. Sí, no en todo ni siempre somos los únicos culpables, pero somos directivos, somos los que establecemos las estrategias para el funcionamiento de nuestros equipos motores y por ende la empresa y es bastante más probable que nosotros tengamos gran culpa del no avance, o del avance más torpe o incluso del retroceso.

Si quieres que las cosas mejoren, prepárate para el cambio y acepta las críticas, sino, no pierdas ni hagas perder más el tiempo a los que te ayudan a mantenerte....puede que tú seas el que les pones los palos en sus ruedas y ellos decidan cambiar sus vidas y abandonarte para mejorar ellos.